Árboles que lo devoran todo para dar origen a un nuevo corazón. Llegan los falsos reyes que deforman la realidad y cambian el mundo. Lejanos susuros de la humanidad que desaparecen bajo un amarillo manto de memorias robadas. Sin olvidos que llevarse a la mente, agazapado en líquenes del antiguo océano de la Luna, vislumbra con mirada perdida la ciudad submarina del alma. Planetas llorando y rugiendo en algún lugar en donde se ve la luz. Todo ha cambiado, quizá para siempre. Las nubes degüellan el último resquicio de humanidad.
Olvidan lo que fueron, lo que un día serán. Plantas carnívoras masticando recuerdos mientras espirales moradas escrutan en dos ojos cerrados aquello que ya no verán jamás. Un trueno, más y más oscuro. Un olor ozónico impregna toda la atmósfera, mientras cae agua sobre agua y agua sobre agua. El sexto tenor estalla los dedos a sabiendas de que la canción retumbará en un sueño eléctrico. Las fotografías amarillentas huyen de la calle de los secretos.
Un tímido intento de romper la humedad con las uñas destrozadas. Golpean en la puerta por la noche mientras el espejo del viajero mengua a cada paso de sus lentas botas de charol. Sin pestañas, sin rostro, gira rumbo a un infierno de burbujeantes sollozos y abruptas risas entrecortadas. Una larga mirada silenciosa desde el agua ondulada. Las noches gotean estrellas multicolor y el hada rubia del Sol apaga el televisor mientras busca instantes sin quemarse. La estela de una cometa de rimas y poesías toca el techo del mundo y desde arriba contempla inpasible un cuchillo en manos de una hoja. El hombre del saco somos todos, somos nosotros.
Kaiba, anime de Masaaki Yuasa es una deconstrucción de nuestra realidad, de nuestra vida. Un profunda crtica a una sociedad futura y distópica que empezamos a ver desde nuestro maltrechos ojos, en nuestra realidad, ingenua y pervertida donde poco a poco la esencia humana se verá relagada al ostracismo, mientras la sociedad pasmada e impávida no mueve ni un solo dedo para ser ella mismo. Una sociedad que es como un lobo, que se devoran a si mismo y sonríe mientras se retuerce entre insoportables dolores. Yuasa convierte al humano que llevamos dentro en un mercenario que intenta matarse a si mismo, desposeyédolo de memoria, recuerdos e incluso de sus propio cuerpo. Una vida entera vendida al mejor postor. Un nuevo y aparentemente indoloro metodo de exclavitud. La voluntad surca el filo de una navaja y mientras eso ocurre las preguntas que siempre nos planteamos desde que el hombre es hombre nos asaltan. ¿Existe realmente el alma?, ¿Quien soy yo y que hago aquí? La unica manera de manterse firme y permanecer ajeno a un mundo que se desmorona ante nosotros es probablemente el nexo entre dos personas; el amor, la amistad. Ese bramido que surge en la sesera cuando sabes que has encontrado un igual y luchas por el. Luchar por lo que uno cree sin importar las consecuencias que eso pueda acarrear. Revelarse contra el sistema atacando con el arma más poderosa del mundo, los sentimientos, el amor.
Podría ser, Kaiba, un anime deseperanzador, y sin embargo es precismante todo lo contrario. Es una apología de la esperanza y sobre todo un canto contra los gobiernos totalitarios que a pesar de no encontrase en un futuro muy lejano, sino en un presente poco halagüeño hacen que nuestro pequeño e insignificante cuerpo orbital sea un lugar mucho peor de lo que realmente es, o debería ser.